Hoy
en Hotel Chelsea le preparo una habitación a Tracey
Emin. Artista británica que apareció en la escena de los
noventa conocido como Young British Artist (YBA).
La
editorial Alphadecay publicó en el 2016 su libro de memorias
"Strangeland" donde la artista británica se muestra a
través de unos textos muy poéticos, directos y sensibles. Es un
relato muy íntimo e interesante de su vida y trabajos.
El
arte de Tracey Emin es llamado confesional. Donde vida y obra
son indisolubles. Puede parecer de personalidad exhibicionista
por la explotación de su biografía pero haciendo una observación
detenida de su arte revela un mundo poético muy auténtico que es
capaz de transportar al observador a su propia vida y a sus propios
problemas.
Uno
de sus trabajos más conocidos, de los más famosos y a la vez
más polémicos es My bed(1998), una instalación de
su propia cama, con las sábanas arrugadas y manchadas. Todo
desordenado y revuelto. En el suelo botellas de vodka vacías,
cigarros y ceniceros repletos, condones y ropa interior. Esto desvela
abierta e intencionadamente promiscuidad sexual, excesos de
alcohol y drogas.
Tracey
Emin cuenta que tuvo una crisis nerviosa en su apartamento y no se
levantó de la cama durante cuatro días. Su piso quedó hecho un
desastre. Y pensó: "¡Oh,
Dios mío!¿Qué pasa si me muero y me encuentran aquí? ¿Y
qué pasaría si todo esto no estuviera aquí, sino en otro lugar?
¿Cómo se vería entonces?" Y en ese momento lo vio claro y le
pareció una idea brillante: Convirtió
su cama en una instalación.
Y lo define como "un
autorretrato, pero no un autorretrato al que la gente le gusta ver".
Esto me recuerda al onirismo autobiográfico de Frida Kahlo o al
exhibicionismo conceptual de Sophie Calle y su obra Los durmientes.
Volviendo
a Tracey Emin,fue nominada para los premios Turner por dicha
instalación y aunque finalmente no lo ganase, un famoso galerista
Charles Saatchi vio su valor y le dio fama convirtiéndola en una
personalidad
distinguida de la Royal Academy of Arts británica.
Otra
de las obras a destacar:
(Personas
con las que me he acostado entre 1963- 1995)
En las paredes interiores de una tienda de campaña estilo iglú, cubiertas
de letras recortadas de colores vivos tipo patchword que componían
los nombres de todos aquellos que habían compartido el lecho de la
artista durante ese período. Incluyendo su propio nombre: Conmigo
misma, siempre yo misma. Nunca olvidando.. Además, la tienda traía
a la memoria la alegría de las vacaciones cuando se es adolescente
con inquietud nómada.
La
palabra escrita es frecuente en el arte de Emin. Bordados o tubos de
neón. Los bordados recuerdan otra de las pioneras del Arte
confesional Louise Bourgeois o también de nuevo a Frida Kahlo.
(Exploration of
the Soul 1994).
Tracey Emin realizó un viaje en automóvil por Norteamérica leyendo fragmentos de un libro suyo en distintos lugares, sentada en una silla cubierta de bordados. En una especie de auto investigación
literaria entre una confesión sincera y una puesta en escena
estética.
Su carrera es atípica y visionaria; es
famosa una entrevista que concedió en televisión un año antes,
completamente borracha, de la que luego no recordaba nada.
En
cuanto al libro me parece muy acertada la estructura narrativa y poética . La autobiografía está divida en tres
apartados, etapas de su vida por así explicarlo.
“Motherland”
“Fatherland” y “Traceyland” que
se corresponden con infancia, adolescencia y madurez. Ternura,sordidez y sosiego. Esto
a su vez se relacionan con: traumas,
violación y alcoholismo. En los países Gran
Bretaña, Turquía y Nueva York.
Problemas
económicos, desamparo vital, orígenes multiculturales.
"Cuando
nací, creyeron que estaba muerta. Paul llegó primero, diez minutos
antes que yo. Cuando tocó el turno, salí sin grandes
complicaciones: pequeña,amarilla y con los ojos cerrados. No lloré.
Porque en el momento de venir a este mundo tuve la sensación de que
se había cometido un error. No pude chillar ni llorar ni presentar
alegaciones. Me quedé inmóvil, lamentando no poder volver al sitio
del que venía".
Strangeland es
de vital importancia para el feminismo contemporáneo y además
para el arte en general. Y está escrito desde la voz de una artista
ya consagrada, mujer desde su madurez.
Investigando sobre ella, descubrí que en 1995 la
artista fundó su propio Museo. Tracey Emin Museum en Londres. En un
apartamento alquilado en Waterloo Road donde se presentaron una
variedad de obras.
A
medio camino entre museo y galería, entre apartamento y tienda de
recuerdos. El museo representa una alternativa a los medios
habituales para exponer arte. Es decir, una forma dinámica de
comunicación para dirigirse al espectador activa y directamente. A
través de la confesión personal, como todo el conjunto de la obra
de Emin.
Adjunto Podcast en programa Carretera Perdida Sección Hotel Chelsea Min 9:49.