La chica del grupo tiene su cuarto reservado en Hotel Chelsea y con ella estreno sección en el programa radiofónico Carretera Perdida. La chica del grupo es el libro autobiográfico de Kim Gordon (Editorial Contra).Kim Gordon cuenta en este libro sus memorias e inquietudes músicales y artísticas de diferentes modalidades. Música, arte, pintura, instalación e interpretación. Kim Gordon fue la bajista y vocalista de una de las bandas de rock alternativo más influyentes de la historia, Sonic Youth.
Ella
misma empieza a contar un tanto dramática en las primeras páginas
del libro de cómo Sonic Youth se va a la mierda y deja de existir el
grupo. Grupo que formaron ella y su marido Thurston Moore a
principios de los 80. Tras 30 años dieron el último concierto
en Sao Paulo, Brasil.En ese último concierto ya no se hablaban y
según cuenta lo de ellos había fracasado.
Kim Gordon resulta
opaca, misteriosa, enigmática o incluso fría. Con una infancia
marcada por su hermano que tenía una enfermedad mental y siempre ha vivido con una sensación de no haberse sentido nunca
protegida, ni por sus padres ni por su hermano mayor enfermo. Arrastra
siempre la sensación de que ninguna de las personas cercanas le
escuchaban en serio.
Se
considera sumamente tímida y sensible. Cerrada hasta el extremo que
para superar su propia hipersensibilidad no tuvo más remedio que ser valiente. Y
para ello desde hacía veinte años ocupaba el centro del escenario.
No
se considera música. Sí, con sensibilidad
para el sonido, con buen oído y con gusto al juego visceral y la
excitación que supone estar sobre un escenario. Siempre anhelando
la sensación de electricidad y sonido mezclados arremolinándose
desde la cabeza hasta las piernas.
Se pasa la adolescencia intentando
equilibrar el arte con la música, la música con el arte, una cosa o
la otra, un ir y venir. Rodeada de pintores, fotógrafos, músicos. Dan
Graham (fotógrafo),la artista feminista Barbara Kruger,el
norteamericano Raymond Pettibon que hizo las portada del disco de
Blag Fag y un largo etc.
“Tal
vez sea ese el motivo por el que, para mí, la página, la galería y
el escenario se convirtieron en los únicos lugares donde podía
expresar y representar mis emociones sin problemas. Eran los espacios
donde yo podía manifestar sexualidad,enfado,falta de preocupación
por lo que pesara la gente. La imagen que mucha gente tiene de mí de
ser una persona indiferente, impasible o distante no es más que un
personaje que surge del tormento que padecí durante años cada vez
que expresaba un sentimiento. Cuando era joven, nunca tuve un espacio
en el que pudiera ser el centro de atención sin que esta fuera
negativa. El arte, y el ejercicio del arte, era el único espacio
exclusivamente mío en el que podía ser cualquier persona y hacer
cualquier cosa, en el que, solo con usar la cabeza y las manos, podía
llorar,reír o cabrearme”.
La
música de Sonic Youth es rara y disonante. Un rock experimental que fue
muy influyente en aquella época. En el
libro va narrando disco a disco en forma
de capítulo. Para
alguien que no conozca la música de Sonic Youth esta autobiografía
es una buena forma de adentrarse y conocer sus discos y trayectoria.
Al final del libro te da la sensación de que has conectado bastante con ella pues se muestra muy humilde en sus relatos y bastante vulnerable. Empatizo absolutamente por las conexiones artísticas.
Adjunto Podcast en programa Carretera Perdida Sección Hotel Chelsea Min 04:20 https://www.ivoox.com/carretera-perdida-14-club-lectura-del-audios-mp3_rf_8879592_1.html